¡Saludos a todos!, bien como lo dije en un principio, si esto es historia de México, pero no será totalmente la convencional que ya se nos ha dado a sol y sombra en las escuelas y libros oficiales, no, aquí es momento de ver puntos que no solo son desconocidos, sino que casi son mero tabú en las versiones oficiales.
Y bueno estando cercanos a las fechas patrias es claro que estamos cerca a celebrar muchos eventos importantes en nuestra historia, pero que son también polémicos, ya no solo en el gremio de los historiadores, sino en general y es por eso el tema que hoy nos atañe.
Sea pues, comencemos...
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Parte 1 - Del secretario al caudillo.
Podríamos hablar extendidamente sobre la vida de un personaje, donde y cuando nació, de quien descendía, donde estudio, etc., etc. Pero realmente sería no solo monótono y algo fuera de lugar al tema central así que vayamos al hecho.
Como mencione, estando en fechas de fiestas patrias se me hace adecuado hablar de un personaje que no es incomodo para el discurso nacional, por que es mantenido como un cuasi don nadie y espero que alguien me pueda decir que estoy equivoco, pero es la verdad que yo percibo.
Hablo del general Ignacio López Rayón una figura ciertamente interesante durante los primeros años de las correrías insurgentes en el bajío y norte del actual México, pero que nunca ha sido captado en realidad por la ciudadanía general, sin la importancia de Hidalgo, Morelos, Allende o incluso la "Corregidora".
Es por eso que elegí sin dudar a este personaje pero más peculiarmente, sus acciones y motivos que realmente, estaban alejados de los más famosos motivos insurgentes que se nos han repetido. Ahora en estas fechas donde Hidalgo ya ha sido victima de un juicio más claro alejado del ciego patriotismo, podemos hacer realmente lo mismo con una buena parte de estos primeros "insurgentes".
Ahora finalmente, a lo que nos atañe.
Ignacio López Rayón era un acomodado abogado dedicado a la minería en Tlalpujahua, Michoacán. Recién desposado en Agosto de 1810 como es bien sabido para la mitad de Septiembre de 1810 una rebelión estalló en el corazón de la intendencia de Guanajuato y antes de que ese mes finalizara las huestes rebeldes habían tomado y saqueado la capital de dicha intendencia y se dirigían a la ciudad más próxima al sur, Valladolid, la cual tomaronde manera extrañamente pacífica en Octubre de 1810, y aún cuando Hidalgo tomo rumbo para la capital virreinal sus huestes reiniciaron saqueos y asesinatos en la región de Chamuco y Maravatio cuando Rayón finalmente apareció ante el ejercito insurgente.
Rayón volvería momentáneamente a sus tierras en busca de atraer definitivamente a sus hermanos al movimiento y arreglar como buen cristiano, sus asuntos económicos.
Su reencuentro con el cabecilla Hidalgo sería en Valladolid, pero ya no en la misma situación, la indecisión de este había ocasionado una deserción masiva y la derrota en las cercanías de Querétaro, si se hablaba de juntas o gobiernos era algo en segundo lugar, ahora se hablaba de replegarse y reorganizarse en Guadalajara lejos del infernal Calleja y su efectivo ejército realista.
Aquí en la ciudad occidental esta una de las mejores épocas para la insurgencia diplomática de mano de Rayón e Hidalgo (Sin contar los escandalosos desvarios de este ultimo)
Rayón aquí conoció la imprenta y la uso como una extensión para que el mundo conociera sus ideas y de la insurgencia que él e Hidalgo representaban aunque claro, el tiempo corría y también vemos a un Rayón más preocupado por el campo militar pero que sin grado ni oportunidad ve la batalla de Puente Calderón a inicios del nuevo año y la escandalosa derrota que los insurgentes sufren y será la última que Hidalgo y su séquito más famoso y cercano viviría.
Podemos detallar la agenda siguiente en la huida al norte con los fragmentos del antes glorioso ejército insurgente, pero lo más destacado sucede en Saltillo, actual Coahuila. Hidalgo ya no tenía ningún mando más que el simbólico, Allende, Aldama, Jiménez deseosos de seguir su marcha al norte, debían dejar las riendas de la lucha a alguien más en lo que se buscaba apoyo con los Estados Unidos, el mando reacaeria en Mariano Abasolo y Joaquín Arias, pero ambos hombres se negaron rotundamente decidiendo seguir a Hidalgo, fue entonces cuando el mando le fue dado a nuestro ahora general, Ignacio López Rayón.
Ya desde la imponente ciudad, el general Rayón comenzó nuevamente con sus andares diplomáticos y de estructura al movimiento, mismos que abandono al enterarse de la inminente llegada de Calleja, empeñado en destruir definitivamente a los últimos residuos del ejército de Hidalgo. No siguió una lucha, Rayón dividió sus fuerzas y con una muy escasa se dirigió al sur, de vuelta a Michoacán donde el clima, aliados y conocimientos le serían más propicios, en Zacatecas con el grueso se quedaría Víctor Rosales. Calleja mando una parte de su ejército por Rayón, mientras Rosales se rendía sin siquiera presentar combate. Rayón se vio atacado por Emparan y la división que Callej envió, disperso a sus tropas nuevamente para cubrir la retirada y tras huir se hallo solo pues nuevamente sus oficiales le traicionaron y se dispersaron dejándolo abandonado en la Piedad.
De alguna manera, Rayón se decidió por seguir su camino y una serie de líderes locales además victorias en escaramuzas le permitieron rearmar su movimiento ahora en el norte de Michoacán y el sur de Guanajuato. Rayón decidió Tiripitío separar en múltiples zonas de influencia todo el frente que estaba creando con el fin de tener numerosos cuerpos armados en distintos lugares. A Torres, el conquistador de Guadalajara, le dejo Pátzcuaro, Uruapan y esa zona, a Navarrete, Zacapo; a Mariano Caneiga, Panindícuaro; a Manuel Muñiz, Tacámbaro; y a Luna, Acámbaro y Jerécuaro.
El general Rayón marcho con una escolta a la plaza que sería en un futuro cercano, la más importante de todas, Zitácuaro, ahí inmediatamente preparo tropas y defensas pues un ataque realista era inminente y los reales eran comandados por Emparan, el mismo que lo atacara en el su retirada al sur en el Maguey. Fue entonces que entre el 21 y 22 de Junio, los 2.000 hombres de Emparan fueron definitivamente vencidos por las defensas de Rayón y sus reorganizadas tropas en Zitácuaro, tal victoria sería determinante para los sucesos futuros.
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Bueno, eso es todo por ahora, en menos de una semana, la segunda parte, lo más probable es que sean tres solamente, espero, haya sido de su agrado ;)
